La crítica social es innegable desde el momento en el que pisas la primera sala y te encuentras con sacos de dormir, ruedas de coche, alfombras mohínas, ladrillos... Después te sumerges en pequeñas habitaciones de colores como "La habitación de la exportación", que fue la que personalmente me llamó más la atención.
La disposición de los objetos es magnifica, aunque uno de las obras que más me llamó la atención fue una especie de vídeo en la que un personaje de videojuego corría por una versión virtual de la Tabacalera. En ella se criticaba la dependencia de los hombres a los videojuegos y de cómo estos influyen en su vida social.
Aquí adjunto algunas fotografías que hice en la visita.
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